La vagina es un órgano encantador que contiene varios tipos de bacterias. Es importante mantener la salud de estas bacterias por diversas razones, entre ellas la reducción del riesgo de desarrollar infecciones de transmisión sexual (ITS), como clamidia, gonorrea y VIH/SIDA. En este artículo explicaré cómo el microbioma vaginal afecta su capacidad para combatir infecciones y qué se puede hacer para mantener un equilibrio saludable.
pH vaginal: El pH vaginal cambia durante el ciclo menstrual. Durante la ovulación, cuando el óvulo se libera de los ovarios, se vuelve más alcalino debido al aumento de los niveles de estrógeno. Este cambio crea un ambiente en el que las bacterias «buenas» prosperan, haciéndolo menos hospitalario para bacterias dañinas como las que causan las ITS. Sin embargo, si su nivel de pH se vuelve demasiado bajo o alto, es posible que tenga más riesgo de enfermarse.
Lactobacilos: Los lactobacilos son el tipo de bacteria más común en la vagina. Producen ácido láctico que ayuda a crear un ambiente ligeramente ácido que impide que las bacterias dañinas salgan de control. Sin una cantidad suficiente de lactobacterias, otras bacterias pueden prevalecer y causar una infección. La falta de lactobacterias también aumenta el riesgo de infección por ITS.
Vaginosis bacteriana (VB): La VB es causada por un desequilibrio en la microflora vaginal, generalmente debido al crecimiento excesivo de la bacteria Gardnerella vaginalis. Los síntomas incluyen olor a pescado y secreciones. Los antibióticos pueden tratar el VB, pero solo deben usarse después de consultar a su médico. Si no se trata, el VB puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH/SIDA durante el sexo.
Sprining: Sprining es una práctica que implica limpiar la vagina con agua u otras soluciones. Suena como una buena idea, pero en realidad es perjudicial porque lava bacterias saludables que mantienen el equilibrio de tu microbioma. Esto puede conducir a infecciones y otros problemas.
Medidas preventivas: Mantener un microbioma saludable, evitar esprinearse, usar ropa interior de algodón y usar condones durante las relaciones sexuales. Coma alimentos probióticos como yogur y verduras fermentadas. Enjuague regularmente los genitales con jabón suave o solución salina. No use jabón aromático ni perfume alrededor de la vagina.
En conclusión, cuidar la salud vaginal requiere algo más que un lavado regular. Al darse cuenta de cómo funciona su microbioma, puede protegerse de la infección y mantenerse seguro durante el sexo.