Secreciones vaginales
El sistema reproductor femenino produce un líquido incoloro transparente, conocido como secreciones vaginales, que se liberan a través de los genitales externos para mantener la salud e higiene vaginal. Este secreto es esencial para mantener la vagina limpia y sin bacterias dañinas. Se ha observado que las mujeres con secreciones regulares no experimentan muchos problemas vaginales, como irritación, picazón o infecciones por levaduras.
Sin embargo, cuando se produce un exceso de producción de este secreto, puede causar problemas como la vaginosis bacteriana. Esta afección se produce por un desequilibrio en los niveles de pH vaginal causado por el crecimiento excesivo de bacterias «buenas».
El secreto vaginal es producido por glándulas dentro de la vagina que liberan mucosidad para lubricar las paredes y facilitar las relaciones sexuales. El moco también evita que los cuerpos extraños entren en la vagina y mantiene el área húmeda durante la excitación. Cuando una mujer se excita sexualmente, el flujo sanguíneo en los genitales aumenta, lo que hace que las glándulas produzcan más moco.
Sin embargo, después del orgasmo, los músculos se relajan, reduciendo el flujo sanguíneo al órgano reproductor y reduciendo la cantidad de secreción.
Durante la ovulación, la cantidad de secreción aumenta de nuevo a medida que el cuerpo se prepara para la fecundación. El secreto se vuelve espeso y turbio, pareciéndose a un queso cremoso blanco. Durante la menstruación, la vagina produce menos secreción debido a que los niveles de estrógeno disminuyen significativamente. De esta forma, se mantiene la salud e higiene vaginal a través del equilibrio entre las diferentes fases del ciclo vital de la mujer.
Las secreciones vaginales contienen una variedad de proteínas, enzimas, aminoácidos, minerales, azúcares y electrolitos que mantienen la vagina limpia y saludable. Tienen propiedades antimicrobianas que impiden el crecimiento de bacterias dañinas como Escherichia coli (E.coli), Staphylococcus epidermidis y Candida albicans (levadura). Este líquido también contiene anticuerpos que protegen contra enfermedades de transmisión sexual como el VIH/SIDA.
Además, tiene sabores naturales que atraen a los hombres y ahuyentan a los insectos. Por lo tanto, desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud sexual de la mujer.
Es importante tener en cuenta que el flujo vaginal de cada mujer es único debido a factores como la edad, la dieta y la elección del estilo de vida.
Por ejemplo, algunas mujeres pueden producir más o menos que otras durante la menstruación o después de las relaciones sexuales.
Sin embargo, cualquier cambio significativo de color, olor, textura o cantidad debe notificarse inmediatamente al ginecólogo. Esto puede indicar una enfermedad subyacente que requiere tratamiento.