las personas LGBT son aquellas que no se identifican exclusivamente como heterosexuales o cisgénero. Cisgender se define como la presencia de un sexo asignado al nacer correspondiente a su sexo biológico. Según las filosofías tradicionales, la identidad se considera fija e inmutable; define quién es una persona basada en ciertos parámetros, como edad, etnia, religión, educación, profesión, etc., pero este punto de vista no tiene en cuenta la complejidad de la naturaleza humana. Las personas LGBT desafían las ideas filosóficas clásicas porque no se prestan a categorizar en categorías fijas. Tienen identidades únicas que no pueden ser definidas por una sola característica, como raza, clase u orientación sexual.
Por ejemplo, una persona puede tener un color de piel negro, ser de una familia de clase media, educada y, al mismo tiempo, no ser identificada ni como hombre ni como mujer. Esto demuestra que la identidad es algo más que meras características físicas y puede incluir percepciones mentales, emociones y experiencias.
Además, las personas LGBT a menudo experimentan discriminación y marginación debido a su orientación sexual, lo que afecta su sentido de su propio significado y pertenencia a la sociedad. Mientras tratan de encontrar reconocimiento y visibilidad en un mundo dominado por ideales normativos, deben luchar contra las preguntas sobre la formación de su propia identidad. Algunos prefieren aceptar la fluidez y rechazar la rígida binariedad de la dicotomía masculina/femenina, mientras que otros buscan definirse dentro de estos límites. Esto subraya que la identidad no es estática, sino que evoluciona constantemente con el paso del tiempo, cuando las personas se orientan en diferentes contextos sociales.
Además, la experiencia vivida de los individuos LGBT desafía la idea de que la sexualidad es innata e inmutable. Algunos creen que la sexualidad está determinada por la genética, las hormonas y el desarrollo cerebral al nacer, mientras que otros sostienen que factores ambientales la influyen más adelante en la edad.
Sin embargo, los estudios sugieren que la atracción sexual y el comportamiento están influenciados por factores tanto biológicos como sociales, lo que los hace dinámicos y maleables en lugar de fijos. Así, la experiencia de las personas LGBT demuestra que la identidad es multifacética y subjetiva, desafiando las visiones filosóficas clásicas de la identidad como fija e inmutable.
¿Cómo desafía la experiencia vivida de las personas LGTBI las concepciones filosóficas clásicas de la identidad como fija e inmutable?
El concepto de identidad ha sido central en el discurso filosófico desde su aparición. La idea de que existe una identidad esencial que permanece constante a lo largo de la vida, a pesar de los cambios externos, es generalmente atribuida a la «Teoría de las Formas» de Platón. Según esta teoría, todo en el mundo puede clasificarse en categorías en función de sus características generales.