El eyaculato contiene fructosa, que es un azúcar simple que puede proporcionar energía al esperma. Desde tiempos antiguos se ha sabido que el eyaculado está compuesto por diversos compuestos químicos, pero los científicos recién recientemente han comenzado a estudiar en detalle su composición. De hecho, este estudio se llevó a cabo para entender cómo los espermatozoides son capaces de nadar tan eficazmente a través del sistema reproductivo femenino durante las relaciones sexuales. El estudio encontró que la fructosa representa aproximadamente el uno por ciento del volumen de esperma humano y puede proporcionar energía suficiente para asegurar el movimiento de los espermatozoides en las horas posteriores a la eyaculación. Este hallazgo es esencial para el tratamiento de la fertilidad masculina y las tecnologías de reproducción asistida.
La importancia de la fructosa en el líquido seminal está relacionada con su capacidad de servir como fuente de energía para los espermatozoides. Los espermatozoides tienen muy pocas reservas energéticas cuando se producen por primera vez en los testículos, por lo que deben confiar en fuentes externas para mantener su movilidad. La fructosa es una de esas fuentes, y les da la energía suficiente para nadar hacia el óvulo.
Además, la fructosa ayuda a mantener los espermatozoides hidratados y sanos, atrayendo moléculas de agua del entorno. Sin fructosa, el semen se seca rápidamente y se vuelve incapaz de moverse o sobrevivir.
Los científicos creen que la fructosa también puede desempeñar un papel en ayudar a los espermatozoides a sobrevivir en un ambiente ácido dentro de la vagina. Cuando los espermatozoides entran en la vagina, se enfrentan a niveles altos de ácidos que pueden dañarlos o incluso matarlos.
Sin embargo, la fructosa parece ayudar a proteger a los espermatozoides de estas duras condiciones al amortiguar sus niveles internos de pH. Como resultado, un mayor número de espermatozoides llega al óvulo y aumenta las posibilidades de fecundación.
Sin embargo, la fructosa no es el único azúcar presente en el eyaculado. El semen también contiene glucosa, que otras células del sistema reproductor femenino pueden usar. Se cree que la glucosa ayuda a crear un ambiente acogedor para el embrión en desarrollo, proporcionando nutrientes a la mucosa del útero y animándolo a desarrollarse en una estructura de apoyo para el embarazo.
En general, la presencia de fructosa en el eyaculado sugiere que el esperma humano juega un papel importante tanto en la fecundación como en el desarrollo embrionario. Al comprender mejor este proceso, los científicos esperan mejorar las tecnologías de reproducción asistida y aumentar el éxito del tratamiento de la infertilidad. También plantea interrogantes sobre cómo otros azúcares contribuyen a procesos complejos relacionados con la concepción y las primeras etapas del embarazo.