El comportamiento sexual compulsivo es una preocupación excesiva por los pensamientos o impulsos sexuales que conducen a acciones dañinas. Puede incluir masturbación, relaciones extramatrimoniales, adicción a la pornografía, visitas a prostitutas, búsqueda de parejas sexuales fuera del círculo social habitual e incluso conductas violentas u ofensivas hacia los demás. El trastorno compulsivo del comportamiento sexual (CSBD) se reconoce como un estado de salud mental caracterizado por patrones desadaptativos constantes y recurrentes de fantasía sexual, posturas sexuales y comportamientos que causan trastornos o anomalías significativas en el funcionamiento diario. Aún se desconocen las causas exactas del CSBD, pero puede haber algunos factores genéticos y psicológicos. Los rasgos personales y las vulnerabilidades psicológicas también pueden contribuir al desarrollo y mantenimiento de comportamientos sexuales compulsivos.
Uno de los rasgos personales que pueden estar relacionados con el CSBD es la impulsividad, que se refiere a la acción rápida sin tener en cuenta las posibles consecuencias. Las personas impulsivas tienden a tomar decisiones basadas en la satisfacción inmediata y no en objetivos a largo plazo, y a menudo participan en comportamientos de riesgo. Este rasgo puede aumentar la probabilidad de participar en comportamientos sexuales compulsivos porque reduce las prohibiciones y reduce el autocontrol.
Por ejemplo, es más probable que alguien con alta impulsividad actúe por motivos sexuales sin pensar en las consecuencias negativas para su relación o su salud física.
Otro rasgo de personalidad relacionado con el CSBD es la búsqueda de sensaciones o la necesidad de novedad y excitación. Los buscadores de sensaciones suelen hacer cosas peligrosas o arriesgadas para la emoción, como saltar de tarzanka, saltar en paracaídas o tener relaciones sexuales con desconocidos. También pueden tener niveles más altos de dopamina, un neurotransmisor relacionado con el placer y la recompensa. Esto puede llevarlos a buscar nuevas e intensas experiencias, incluyendo comportamientos sexuales de alto riesgo.
Sin embargo, este rasgo no significa necesariamente que alguien desarrolle CSBD; muchas personas disfrutan de las actividades en busca de emociones sin desarrollar conductas sexuales problemáticas.
La vulnerabilidad psicológica también puede contribuir al comportamiento sexual compulsivo.
Por ejemplo, una baja autoestima o una sensación de insuficiencia pueden conducir a un deseo de confirmación a través de conquistas sexuales o fantasías. Alguien con baja autoestima puede considerar que tener varias parejas o participar en actividades sexuales extremas les hará sentir bienvenidos y deseados.
Sin embargo, este enfoque rara vez conduce a una felicidad o satisfacción duradera, y en su lugar refuerza las creencias negativas sobre sí mismo. Del mismo modo, los trastornos de ansiedad, como la ansiedad social o el trastorno obsesivo-compulsivo, pueden crear estrés en torno a la sexualidad y la intimidad, obligando a las personas a utilizar el comportamiento sexual compulsivo como mecanismo para superar las dificultades.
En general, aunque no hay una explicación sencilla de por qué algunas personas desarrollan CSBD, los estudios sugieren que los rasgos de personalidad y las vulnerabilidades psicológicas juegan un papel. Las opciones de tratamiento incluyen terapia cognitivo-conductual, práctica de mindfulness y manejo de medicamentos. Al abordar los principales problemas relacionados con el control impulsivo, la búsqueda de sensaciones y la autoestima, las personas pueden aprender formas más saludables de manejar sus impulsos sexuales y mejorar su bienestar general.
¿Cómo contribuyen los rasgos de personalidad y las vulnerabilidades psicológicas al comportamiento sexual compulsivo?
Pregunta sobre cómo los rasgos de la personalidad y las vulnerabilidades psicológicas pueden conducir a comportamientos sexuales obsesivos. Es importante señalar que no todas las personas con estas características participarán en este comportamiento, pero algunas pueden ser más propensas a ello que otras.