El cuerpo humano tiene varias partes que son responsables de diversas funciones. Una de estas partes es la corteza prefrontal del cerebro, que se encarga de la toma de decisiones, el control de impulsos, la planificación y otros procesos cognitivos. Durante el orgasmo, la actividad de esta parte disminuye temporalmente, lo que resulta en una menor autoconciencia. Este efecto se conoce como analgesia orgásmica, y se produce cuando las personas experimentan el placer de sus genitales. La analgesia orgásmica se observa tanto en hombres como en mujeres durante el orgasmo, pero su intensidad varía en diferentes personas. Esto afecta a todos de diferentes maneras. Algunas personas pueden sentir euforia, mientras que otras pueden simplemente sentir entumecimiento o nada en absoluto. La disminución de la autoconciencia causada por la analgesia orgásmica puede explicarse a través de la neurofisiología cerebral. Cuando tocas tus genitales, los nervios sensoriales envían señales a la médula espinal, que luego se trasladan al cerebro donde se procesan. El área de la amígdala del cerebro se activa y libera la hormona dopamina que te hace sentir bien.
Sin embargo, durante el orgasmo, la activación de la amígdala disminuye debido a la liberación de la hormona oxitocina, que reduce la autoconciencia. Las personas con niveles altos de oxitocina tienden a experimentar orgasmos más intensos con menor autoconciencia que las que tienen niveles bajos de oxitocina. Este fenómeno también se observa en animales como ratas y ratones. Los estudios muestran que las ratas que reciben oxitocina antes del apareamiento muestran un mayor nivel de comportamiento motivado sexualmente en comparación con las que no la reciben. La oxitocina juega un papel crucial en el comportamiento de unión y apareamiento en humanos, así como en otras especies. Durante el orgasmo, los niveles de oxitocina aumentan drásticamente, lo que resulta en una menor conciencia del dolor y un aumento de la sensación de placer. El efecto dura unos minutos después del clímax.
En conclusión, el orgasmo reduce la actividad en la corteza prefrontal del cerebro, causando una disminución de la autoconciencia, lo que resulta en euforia o incluso entumecimiento dependiendo de las diferencias individuales.