El estudio involucró a 192 personas que se identificaron como mujeres cisgénero heterosexuales de entre 18 y 45 años y actualmente se encuentran en una relación romántica. Los participantes completaron mediciones que evaluaban el nivel de conformidad de sus preferencias sexuales en sus relaciones actuales, la inconsistencia de los deseos sexuales, la satisfacción sexual, la comunicación sexual y el funcionamiento sexual.
La conformidad se refiere a si las preferencias sexuales de las parejas coinciden entre sí. En este estudio se midió la congruencia preguntando a los participantes cuánto les gustaba entrar en ciertos comportamientos sexuales con su pareja. Si ambas parejas reportaron un alto nivel de placer de ciertos comportamientos, se les consideró muy congruentes en esta área. Los participantes también informaron de su nivel de acuerdo sobre qué actividades constituían sexo, que se utilizó como medida complementaria de conformidad.
Las respuestas de los participantes mostraron que aquellos que se sentían más conectados sexualmente con sus parejas tenían un mayor nivel de intimidad emocional y satisfacción a largo plazo con las relaciones. Este hallazgo se ha confirmado incluso teniendo en cuenta otros factores como la edad, la duración de la relación y la historia sexual. Los investigadores concluyeron que igualar las preferencias sexuales puede ayudar a desarrollar sentimientos de intimidad y compromiso entre las parejas, lo que redundará en una mayor felicidad compartida en las relaciones.
Sin embargo, el estudio también encontró que las personas que no comparten preferencias similares todavía experimentan resultados positivos en sus relaciones. Aquellos que tenían algunas áreas donde sus preferencias eran diferentes de sus parejas, pero mantenían una comunicación sana y abierta sobre sus deseos, reportaron un mayor nivel de satisfacción sexual que aquellos que no discutían sus diferencias.
Además, quienes han podido comprometerse en ciertas acciones han reportado un mayor sentido de intimidad y conexión.
En conclusión, mientras que igualar las preferencias sexuales puede contribuir al éxito en una relación, no es necesario para una relación plena y feliz. La comunicación abierta y la voluntad de compromiso son componentes clave de una relación romántica exitosa, independientemente del grado de interés general en un comportamiento sexual específico.